viernes, 29 de abril de 2011

Suponte chaval
en una tarde de verano
debajo de un árbol
a la vera de una río
escrutado por los ojos
canela de esa bella mujer
suponte chaval
en una tarde noche
de invierno nevado y
ventoso
observando una planicie
repleta de guanacos
y tus manos congeladas
escarchadas
y envueltas por el frío
suponte ahora chaval
sentado y en tu casa
o lo que queda de ella
destruida por un terremoto
siete en la escala de richter
me ha tocado el demonio
piensas y bebes un sorbo
de tu frío cafe
las ventanas no existen
pero por lo que ya no es un techo
puedes mirar un
cielo profundamente estrellado
suponte chaval
que la extrañas
que esperas que suene
el teléfono
aunque sabes y recuerdas
patente
que el maldito teléfono
dejó de funcionar
con el terremoto
siete en la escala de richter
suponte chaval
la locura
el malestar
y la desesperación
de lo perdido
de lo que ya no vuelve más
suponte chaval
que en tus recuerdos
esta ella tan bella y hermosa
con sus ojos canela
a la vera de aquel río
ella te mira
te sueña y te imprime
un futuro
que tu deseoso vives
suponte chaval
que te piensas ahora
que miras a tu alrededor
y te dices
¿pero porqué carajos no me tiro de un puente ?
y caigo sobre la vera de
aquel río.
Suponte chaval
que te convences del acto
de que ya no quieres vivir más
pero que algo te detiene
hay algo que te detiene
suponte chaval
que estás muerto
y que muerto
sigues pensando
en toda ella bella tan bella y muy bella
escrutándote con sus ojos canela
en la vera del río
sigues pensando
en la noche de invierno
con sus gélidos guanacos
sigues pensando
que estando muerto
sigues pensando
chaval sigues pensando
mierda te dices.
y sigues pensando
Suponte chaval
que ahora sabes
a ciencia cierta
que la tienes difícil
que ni la muerte
te dejara tranquilo
que seguiras pensando
y rondando los caminos
y no solo eso
suponte chaval
que la muerte es un camino
al revés
y entonces la muerte
es un juego macabro donde
vives cada puto momento
pasado otra vez
una y otra vez
siendo consciente
que ya lo viviste
supote chaval
lo bueno y lo malo
una y otra vez
ella en tu cama
en las noches frías de invierno
ella gritándote con furia
en una noche de verano
de nuevo y
a sabiendas que estuviste ahi
en cada grito que merecias
suponte chaval
que la muerte
es ese cuarto sucio
maloliente y oscuro
donde los recuerdos
regresan una y otra vez
donde los vives una y otra vez
y suponte chaval
que estas ahí
por dédacas estarás ahí
sentado, acariciando de lado
a la muerte
suponte chaval
sentado ante el juez
dictándote la muerte
cuando grita
culpable.


Leandro Shandy. Abril 11

miércoles, 27 de abril de 2011

Suponte chaval
que un vientito
en una madrugada cerrada
de invierno,
te vuela los pelos
y te los congela.

Suponte chaval
que aunque la mires
y la persigas con la misma
e inquisidora mirada
ella te ignora,
así, sin más.

Suponte chaval
que el amor
es como un residuo patológico
porque cuando se lo extirpa
del cuerpo
nadie sabe bien
donde tirarlo.



Leandro Shandy. Abril 11

sábado, 23 de abril de 2011

3 | 2 2 : 3 3


píntame los labios
hazme sonreír
bésame en la boca
pasa un año junto a mí
llévame al desierto
llévame, llévame
que debes estar ahí
condición física
sin deformidades
falla cardíaca
son las 22 y 33
llévame al desierto
llévame, llévame
que debes estar ahí
ahí...


Francisco Bochatón

viernes, 22 de abril de 2011

El cielo de la Diva.

Una imagen:
En expresiones intrascendentes,
las nubes recortan el cielo
y en un abrir y cerrar de ojos un avión diseña una línea recta
Que se proyecta en el cielo azul
Acá abajo, en los balnearios,
en los calurosos y húmedos balnearios
la gente presiente el futuro cercano,
Y con gran rapidez comienza a juntar sus pocas pertenencias
El cielo, ahora gris, en el horizonte,
promete tormenta
con nubes violetas y negras,
un viento que conforme pasan los minutos eleva su agitación,
un silbido uniforme que se apodera de todo.
El director grita schnitt y todos quedan paralizados en el lugar.
Las luces y los extras dibujan un mundo en el cual yo creí
Ella, la gran Diva de los Subterráneos,
pega un gritito de gata, pide sus cigarros,
sus gafas oscuras
y se sienta en un sillón a descansar sus muslos de varios millones.
Ella es así, es como el pop francés que endulza los oídos la primera vez que lo escuchas,
pero que luego a la larga hastía y termina por empalagar.
Ella con escote,
Ella en bikini,
Ella suspirando bajo el calor agobiante.
Vuelven incansables a la toma,
el director retoma su pulso de creador y tirano,
los asistentes toman su lugar.
Pero algo falla, algo pasa,
Ella, la gran Diva, se cae,
la dueña y señora del mundo se cae,
y con ella se cae la imagen,
se cae el mundo, se cae el sol,
se cae también la tormenta y el vendaval se pierde.
Otra imagen:
Ambulancia con luces coloridas hace su ingreso,
se la lleva cuesta abajo por la avenida principal.
El parte es simple:
Intoxicación, pastillas, alcohol, sobredosis de sedantes.
Ella muere.
Y con ella también el sueño del director.
La cinta queda inconclusa perdida en un cuarto sin luz por años.
Alguien escribe un libro sobre Ella.
Ella drogona.
Ella fiestera.
Ella amante de orgías.
Ella sadomasoquista.
Ella lavaba sus culpas con giros suntuosos a la casa de Dios.
Ultima imagen:
En expresiones intrascendentes, las nubes recortan el cielo
En un abrir y cerrar de ojos un avión diseña unas letras que forman su nombre
Que se proyecta sobre el balneario.
Ella descansa ahora y siempre en su película inconclusa
Bajo el mismo cielo azul.



Carmelo H. Lumiére
Del cuaderno de viajes: Un jubilado por la costa francesa.
Inédito.


y de pronto durante la mañana entredormida entre espejos se calló y ya no dijo más,
en ese momento se pensó a quien ofrece hojas de otoño,
quien calló se encontró absorta en la contemplación,
en la duda de recibirlas como un regalo,
simple y espontáneo de una desesperada,
de pronto mientras la luna asoma su cara
y el sol se despide armando una raya imposible en el horizonte
deja ver sus pechos dulces,
mañanas anaranjadas


se me duermen los pies por el frío dijo
y despojado de todas las miradas del mundo
se volvió a dormir.



Catalina Mulligan.
Del poemario " De las deschichas insólitas y las rayas del tigre de bengala"
Edit. Lacustre 1963.

viernes, 15 de abril de 2011

Justine


Si afirmo Justine sin más vueltas que la tarde se desvanece en tu recuerdo
aquí en Montpellier sentado mirando la costanera.
Cómo no saber que te fuiste y me condenaste
a la empresa del solitario sufrir.
Te recuerdo allí en nuestro pequeño cuarto azul con risas en los brazos,
Cosquillas en los ojos y miradas hermosas en tu boca.
Justine préndeme un Gitanes, tócame La escena del lago de los cisnes otra vez
S`il te plaìt Justine!
De paisajes de lugares parciales donde jamás hemos estado
Claudicando en mi búsqueda locuaz e infantil del poema perfecto
De recortes irreales en el tiempo no transitado Justine.
Si afirmo sin más vueltas que la noche me cubre en tu preciso recuerdo.
Y cuando echados sobre el colchón caliente nos quedábamos,
El amor con el sexo-frío
Y cada vez menos sutil,
El deseo en el olvido me están abandonando
Yo estudioso de tu ser, interpretador de tus silencios
Cuidador de tus sueños, errante vagabundo mendicante y amargo poeta enamorado de tu abismo.
Me pierdo en pensamientos, tiemblo lleno de miedo en tu recuerdo que ya no más
Ay Justine.





Carmelo H. Lumiére
Recetas del invierno triste.
Editorial Jean Pierre Laurençe III. 1949

domingo, 10 de abril de 2011

Elegía a Pietro Lumiére


Ya pasó el tiempo donde todo Era más simple en el transcurso de los días
Ya pasó el tiempo donde con Pietro Nos levantábamos todas las mañanas
Y recorríamos la campiña Siempre observando la salida del sol detrás de la colina
Hasta llegar a los viñedos de papá, sus nogales y sus olivos.
Pietro era un buen padre, más alto de lo normal, porque era francés
Y no italiano.
Aunque si alguien le recordaba que era francés lo abrazaba bien fuerte, tan fuerte,
Que todos entendían que no tenían que recordárselo nunca más.
Pietro era un buen padre, preparaba café con leche de cabra y pan con queso
Y antes de salir nos mojábamos los labios con un Canciani
Ese sorbo me despertaba de golpe,
Me hacía salir al mundo como si fuera un gladiador romano.
Ave Caesar, morituri te salutant
Ya pasó el tiempo En que en el atrio sereno de la inocencia
Iba conformando mi mirada como un niño, un niño que ya no soy,
Pero que también pudo ser lenguaje y no serlo
Y como aquel niño que fui iba encadenando palabras sin saberlo
Entre mañanas de trabajo con Pietro y con los juegos me salpicaba
De tierra, de sol, de agua. Y de memoria.
Ya pasó el tiempo en que con una vieja pelota de trapo
Iba entendiendo la mecánica del mundo.
Ya pasó el tiempo querido Pietro padre.
Ya pasó el tiempo y te recuerdo sentado aquí en el Museo delle Carrozze
Observando éstas máquinas agrícolas viejas y corroídas y oxidadas.
¿Qué es el tiempo Padre? ¿Quién mide el tiempo Padre?
¿Quién dice cuando esto sí y cuando esto no?
¿Quién dice Padre? ¿Dios desde la cruz de tu escritorio de noche?
Encadeno sentimientos Voy templando el carácter
Para ser yo mismo Padre
Y consciente de la utopía corrijo a cada paso lo no dicho todavía
Me esmero Padre por entender, por ocultar
Me esmero por recorrer desde lo nuevo los caminos
Tantas veces recorridos. Disimulo tu presencia en este espacio
Y voy encadenando sentimientos
Voy templando el carácter Padre para cuando llegue ese día
En que el mundo no oiga mi perfecto Silencio.
Ya pasó el tiempo Pietro y hoy cumplo la misma edad
Que usted tenía cuando nos dejó Padre.
Y no puedo evitar mirarlo desde este banco sentado quieto y recordando
Recordarlo como el buen padre francoitaliano que siempre fué y será.
Ya pasó el tiempo padre y aquí estamos sentados
Esperando encontrarnos de nuevo recorriendo
Los viñedos, los olivos, los nogales en nuestro perfecto
Silencio.
Ave Caesar, morituri te salutant


Carmelo H. Lumiére
Antología poética italiana de fin de siglo. 1998 Eunuco verde ediciones.

sábado, 9 de abril de 2011

Albúm de un viejo jubilado II.


Soy un hombre de 30 en el cuerpo de un viejo de 60
Se me caen los mocos Me duele la espalda
El pecho Y tal vez un poco la cintura
Mientras preparo las pastillas
y me sirvo un Canciani
Con un poco de helado de chocolate y nieve de freezer
Te veo caminar por el Parco della Biodiversitá

No debería tomar
Son las cinco de la tarde

Recién
-Helado como reminiscencia de un pasado que no es-
En un momento dudaste, lo sentí,
Si seguir hasta el río o caminar por la Via Vinicio Cortese
Mientras busco hacerme sombra
En los árboles que no hay.
Si te prendo un cigarro y te invento un nombre
Si te busco de noche en donde seguro no estás
Si esquivo a los carabinieris
Si declaro mentiras ante un juez
Cuanto más intento proyectar
El escenario del terror
Más me imagino entre tus piernas
Lascivo y corrupto –entre tus piernas.-





Carmelo H. Lumiére
Grabaciones encontradas en un desván
Editorial Finlandesa 1995.