lunes, 28 de febrero de 2011

El acantilado de Kuipper.

De tus manos mujer, se desliza el tiempo.

Del sistema algebraico de este sueño que he soñado.

Del abismo uniforme que cae en línea recta hasta las rocas

Y que se pierde en el mar salado,

gigante el mar salado de Necochea.

De tus senos mujer, caen gotas de sangre,

bebo esas mismas gotas de sangre.

Derramadas en el pasado.

En el acantilado de Kuipper.

En la antesala del vacío.

En el ascensor en descenso a los infiernos.

En el borde del abismo de la irrealidad;

y en este puto abril silencioso que pasa, pasa y pasa y no dice nada.

De tus deseos mujer.

Del sistema eléctrico que conecta mis neuronas entre sí.

Del fallo en la medida de este tiempo transcurrido tan irreal, de las líneas rectas.

del abismo, que se pierde en el eterno mar de Necochea

Y aquí estoy Yo, sentado, al borde del acantilado de Kuipper, buscándote.

De tus manos mujer.

De tus labios.

De tus senos sangrantes mujer.

Del sueño profundo inmaculado en este patio.

Se detiene mi corazón.

Cae la cámara

Pero no estalla. Nunca En el acantilado de Kuipper.


Leandro Shandy 2005



viernes, 25 de febrero de 2011

cómo te llamas?/

soy un ciego sentado

en el atrio de mi deseo/

mendigo tiempo/

Juan Gelman

jueves, 24 de febrero de 2011

Gravitación

Los abismos atraen. Yo vivo en la orilla de tu alma. Inclinado hacia ti, sondeo tus pensamientos, indago el germen de tus actos. Vagos deseos se remueven en el fondo, confusos y ondulantes en su lecho de reptiles.
¿De qué se nutre mi contemplación voraz? Veo el abismo y tú yaces en lo profundo de ti misma. Ninguna revelación. Nada que se parezca al brusco despertar de la conciencia. Nada sino el ojo que me devuelve implacable mi descubierta mirada.
Narciso repulsivo, me contemplo el alma en el fondo de un pozo. A veces el vértigo desvía los ojos de ti. Pero siempre vuelvo a escrutar en la sima. Otros, felices, miran un momento tu alma y se van.
Yo sigo a la orilla, ensimismado. Muchos seres se despeñan a lo lejos. Sus restos yacen borrosos, disueltos en la satisfacción. Atraído por el abismo, vivo la melancólica certeza de que no voy a caer nunca.

Juan José Arreola.

lunes, 14 de febrero de 2011

[Señora asesora del hogar.../

Señora asesora del hogar
prefiero el caos a un resfrio
amigos
prefiero a un resfrio el enfriamiento de las relaciones humanas.


Enrique Lihn. Diario de Muerte

viernes, 11 de febrero de 2011

Un viento que despeina y corre la cara

Un viento con salitre marina

Que corrompe mi piel curtida

Unos pasos que no son de baile

Pero que tampoco son tan claros

Para armar un camino.

Cuando me pierda, tal vez,

O cuando se pierdan estas ganas amables

Podré convertirme en algo

Ser polvo adherido a un espejo roto

o ser polvo rotundo con el viento

o Ser.

Simplemente.


Leandro Shandy