domingo, 2 de junio de 2013

1) Esta es la noche relampagueante de los viajeros. La noche visitante inesperado. 
La noche pedestal damas que duermen en sótanos. La noche cruzada en trenes. 
La noche en que alguien se hunde en un pantano. La noche luna de caricatura. 
La noche de castillos vacíos y bibliotecarios borrachos (…) 
La noche de las muchachas de seda las piernas abiertas las gotitas de sangre.
La noche pañuelo. La noche sonrisa obscena. La noche monedas de todos los países. 
La noche música de los teletipos en los circos abandonados. La noche corona de hiedra.
 La noche donde se abrazan el private-joke con el dream-work (…) 
La noche puesta en escena de mutantes. Fiesta de bucles cortados. 
Tijeras y pelucas fosforescentes. Suaves enemigos rasguñando espejos (…) 
La noche tierna como las entrevistas que el Señor concede antes de salir a escena. 
El más grande poeta del mundo. Enchufa el amanecer, poeta. 
Nadie ha venido. Y tocan a la puerta. Esta es la noche clepsidra. La noche clepsidra.
Roberto Bolaño.



sábado, 14 de enero de 2012

Ofelia

esta ofelia no es la prisionera de su propia voluntad
ella sigue a su cuerpo
espléndido como un golpe de vino en medio de los hombres
su cuerpo estilo renacimiento lleno de sol de Italia pasa por buenos
aires
ofelia yo en tus pechos fundaría ciudades y ciudades de besos
hermosas libres con su sombra a repartir con los amantes mundiales
ofelia por tus pechos pasa como un temblor de caballadas a medianoche
por Florencia
tus pechos altos duros come il palazzo vecchio
una tarde de verano de 1957
iba yo rodeado de tus pechos sin saberlo
era igual la delicia la turbación el miedo
las sombras empezaban a andar por las callejas con un olor
desconocido
algo como tus pechos después de haber amado
eras oscura ofelia para entonces y enormemente triste
una adivinación una catástrofe
un oleaje de olvido después de la ternura
una especie de culpa sin castigo
de furia en paz con su gran guerra
andabas por Florencia con tus pechos yendo y viniendo por sombras
con saudade de mí seguramente
tu hombro izquierdo digamos
lloraba a tus espaldas o largaba sus ansias lentas en el crepúsculo y
ellas venían a mi sangre
o eran un temblor como un presagio
gracias te sean dadas ojos míos
yo les beso las manos bésoles muy los pies
gracias narices muchas gracias oídos con que escucho
los ruidos
de la ofelia
antes apenas era una ciudad de Italia
sus tiros me llenaban de otra desgracia el corazón.


Juan Gelman, poeta, traductor y periodista. (Villa Crespo, Buenos Aires, Argentina, 3-5-1930)

sábado, 31 de diciembre de 2011

Epítome

Datos

bajo el frescor bajo la dura dulzura de este día de mayo
como un cálido tiro reviviendo al revés viejos recuerdos
de pésimas mujeres magníficas humanas y todo el
hospital, el infeliz sorbe los vientos que estallan en su
pulso y aprende aprende aprende que toda ruina sobrevive


Juan Gelman

jueves, 3 de noviembre de 2011









Pantalón, camisa y corbata al piso
Escaleras abajo en tu recuerdo
Heladera nerviosa con risas congelando mis sentidos

Un recuerdo del por qué
y arriba colgado con las manos enfrascadas
Venezuela y Siberia conviven en mi botiquín del cuarto de baño
Un manto blanco en la mirada. Ahora y después.
A naufragar.
Y una a una las palabras van brotando de la garganta
Afinando pliegos,
Dispersando sensaciones inquietas en el no decir
Y cada paso dado hacia adelante conserva un esmero
Un esmero litúrgico, conforme el tiempo pasa y es ahora cuando sucede
Las manos se van desarmando sin quererlo hermanadas al nacer
Hay un espacio en la conciencia rotunda del hombre
Abriendo puertas sentado de frente al sol que perdura a  través de las ventanas
Una pava que hierve en un lustro y miles y miles de gotas cayendo sin cesar
¿Cómo se supone que se combate un miedo que subyace desde el nacimiento mismo?
Pascal pregunta por qué aquí y no allí, bajo qué turbio misterio del tiempo esto sí y lo otro no
Yo re leo su ruego desperdigado a través de los años a un Dios que no
Un Dios que no sabe ser porque no es
Reyes en armas desde sus cocinas narcóticas fermentan sus bombas plásticas llenas de mierda prensada
Mamá y papá no contestan preguntas nunca
La tele no contesta preguntas pero las responde igual
Flores a través de los cielos
Hombres grandes de letras pequeñas dejando el suelo sembrado con semillas de futuro
Decir Revolución hoy Y la lluvia
Revolución que será
Mañana será. Será la medida del tiempo que cambie la sinestesia de un mundo atroz
Un pasillo oscuro, puertas cerradas, niveles de conciencia adormecidos
Las chicas traen pasteles y tortas para las meriendas desiertas
Las chicas caminando a través del agua, nunca nos dimos cuenta que ellas son la señal
La cura al camino
La única manera de subvertir aquello que el hombre llama Hombre
Tierra adentro del hombre
Humedad
Más allá de las expectativas
Más allá de nuestro descenso furtivo al fondo del océano Atlántico
La historia revela la ausencia certera de toda unidad concreta
Tal vez ciego, enfermo y moribundo pero con las ideas puestas en los pantalones
La belleza es un acto moral
Los cuartos de baño son como bombas de creaciones, las mejores bibliotecas están en los baños
Bombas concretas de ideas que se desplazan junto con toda esa maleza de abono cayendo sin cesar de un continente a otro
Entiendo por poeta a alguien sin rostro, con una sola luz propia brillante, avergonzado del mundo que corroe
Las personas enferman, porque la calle no enferma
Lo que enferma es la casa del hombre, el lenguaje, el suicidio cotidiano, la comida pre-cocida, todos los paquetes de plásticos flotando en el mismo mar salado gigante el mar salado que pretendemos comprar
Que perdure un estímulo particular
Que perdure un reflejo mientras dormimos borrachos en la prudencia
Algún almohadón despertaremos y saldrán patos palomas ratas voladoras a predicar el Tiempo
Los tiranos revueltos en sus porciones resisten revueltos como tiranos en sus porciones
Pero caerán Todo cae Todo absolutamente todo se pudre muere y cae
Porque esa es la naturaleza
Naturaleza de nombrar como partícipes incestuosos de un mundo que tomamos como nuestro, prestado no
Como nuestro que muere con nosotros que suicidamos con nosotros
Todos los fantasmas días y noches bajo la estela deforme de pastillas claudicando en la Memoria
Un ruego común a través de los ruiseñores que cantan acongojados cada día llorando y llorando y buscando en el llanto un Mundo
Un humo saliendo multiforme de una chimenea en donde alguna vez habito la cordura
Un humo que trepa nube a nube por un cielo crecido en manchas rogando subir a la Nostalgia
Reverbera un gesto desde mis manos inconcluso
Y una a una las palabras van brotando por la garganta, agitan en la boca enfurecidas
descienden como gotas lentas por el cuello hasta caer al suelo
y Renacer

viernes, 14 de octubre de 2011

lunes, 10 de octubre de 2011


Mr tambourine Man. Bob  Dylan

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.

Aunque sé que el imperio
de la tarde ha vuelto a convertirse en arena,
Se ha desvanecido entre mis manos,
Me ha dejado a ciegas, de pie, pero sin dormirme aún.
Mi abatimiento me asombra, estoy plantado en mis zapatos,
No hay nadie a quien tenga que ver
Y la antigua y vacía calle está demasiado muerta para soñar.

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.

Dame una vuelta en el torbellino de tu nave mágica
Me han despojado de mis sentidos, mis manos no sienten al apretar,
Los dedos de mis pies demasiado entumecidos para caminar,
esperan solo a las suelas de mis botas
Para empezar a vagar.
Estoy listo para ir a cualquier lugar,
estoy listo para desvanecerme
En mi propio desfile, lanza el hechizo de tu baile hacia mí,
Prometo seguir bajo él.

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.

Aunque puedas oír la risa, girando,
balanceándose locamente a través del sol,
No está dirigida a nadie, simplemente escapa a la carrera
Y, excepto el cielo, no hay ningún cercado a la vista.
Y si oyes rastros borrosos de un saltarín carrete de poesía
A tiempo con tu pandereta,
no es más que un harapiento payaso ahí detrás,
Yo no le prestaría atención,
no es más que una sombra lo que ves que él persigue.

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.

Después llévame desapareciendo
a través de los anillos de humo de mi mente,
Hasta las neblinosas ruinas del tiempo,
más allá de las hojas congeladas,
Los embrujados, asustados árboles,
fuera, a la playa ventosa,
Lejos del estrafalario alcance de la loca tristeza.
Si, a bailar bajo el cielo de diamante,
moviendo libremente una mano.
Silueteado por el mar, rodeado por las arenas del circo,
Con todos los recuerdos
y el destino conducido profundo bajo las olas,
Déjame olvidarme de hoy hasta mañana.

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.