viernes, 14 de octubre de 2011

lunes, 10 de octubre de 2011


Mr tambourine Man. Bob  Dylan

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.

Aunque sé que el imperio
de la tarde ha vuelto a convertirse en arena,
Se ha desvanecido entre mis manos,
Me ha dejado a ciegas, de pie, pero sin dormirme aún.
Mi abatimiento me asombra, estoy plantado en mis zapatos,
No hay nadie a quien tenga que ver
Y la antigua y vacía calle está demasiado muerta para soñar.

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.

Dame una vuelta en el torbellino de tu nave mágica
Me han despojado de mis sentidos, mis manos no sienten al apretar,
Los dedos de mis pies demasiado entumecidos para caminar,
esperan solo a las suelas de mis botas
Para empezar a vagar.
Estoy listo para ir a cualquier lugar,
estoy listo para desvanecerme
En mi propio desfile, lanza el hechizo de tu baile hacia mí,
Prometo seguir bajo él.

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.

Aunque puedas oír la risa, girando,
balanceándose locamente a través del sol,
No está dirigida a nadie, simplemente escapa a la carrera
Y, excepto el cielo, no hay ningún cercado a la vista.
Y si oyes rastros borrosos de un saltarín carrete de poesía
A tiempo con tu pandereta,
no es más que un harapiento payaso ahí detrás,
Yo no le prestaría atención,
no es más que una sombra lo que ves que él persigue.

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.

Después llévame desapareciendo
a través de los anillos de humo de mi mente,
Hasta las neblinosas ruinas del tiempo,
más allá de las hojas congeladas,
Los embrujados, asustados árboles,
fuera, a la playa ventosa,
Lejos del estrafalario alcance de la loca tristeza.
Si, a bailar bajo el cielo de diamante,
moviendo libremente una mano.
Silueteado por el mar, rodeado por las arenas del circo,
Con todos los recuerdos
y el destino conducido profundo bajo las olas,
Déjame olvidarme de hoy hasta mañana.

Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
No tengo sueño y no voy a ninguna parte.
Hey! Mr. Tambourine Man, tócame una canción
En el cascabeleo de la mañana te seguiré.

domingo, 9 de octubre de 2011

Pequeño rejunte de una noche Blanca.

Hay una noche
un supongo
un fluir constante en el devenir de las cosas
una espera constante en el transcurso cerrado
en un atardecer glorioso.
Hay un día esmeralda
un sitio oscuro que acontece dentro de este cuadrado
inexpresivo
sigo mirando atrás. Los valores que no tuve.
sigo desmantelando todo cuanto tuve
pared tras pared. De cartón.
Un preludio de lo que/ desde las calles con lagunas y deshielos
desde las calles con fuegos-broncas incendiarias.
Armónicas que suenan en la
despareja memoria
silueta de tu color blanco en la ropa mañana
subiré en penumbras/ mataré
palabras cortadas por un hilo
mutar en silencio seguro en sombras.
Con la simpleza:
Nadaré todos los ríos y limpiaré cada horizonte 
vertiginoso.
Hay una noche Blanca, repleta de moscas 
que apuran para que el día de mañana sea caluroso 
y ellas en zumbido constante devoren
cada uno de los recuerdos.
Acá con estos 31 años chistosos, repletos de quejas
hay un cuerpo incendiado por un mundo de estímulo
erróneo.
Hay una noche camino devorado por la fascinación
sigo sosteniendo un vaso de cubos de hielo pintados de azul.
Quiero poder darlo todo en lo que quede postrado 
A las cosas hay que llamarlas por su nombre: 

DESESPERACIÓN

y sigo jugando un juego que perdí hace un siglo.