jueves, 3 de noviembre de 2011

Y una a una las palabras van brotando de la garganta
Afinando pliegos,
Dispersando sensaciones inquietas en el no decir
Y cada paso dado hacia adelante conserva un esmero
Un esmero litúrgico, conforme el tiempo pasa y es ahora cuando sucede
Las manos se van desarmando sin quererlo hermanadas al nacer
Hay un espacio en la conciencia rotunda del hombre
Abriendo puertas sentado de frente al sol que perdura a  través de las ventanas
Una pava que hierve en un lustro y miles y miles de gotas cayendo sin cesar
¿Cómo se supone que se combate un miedo que subyace desde el nacimiento mismo?
Pascal pregunta por qué aquí y no allí, bajo qué turbio misterio del tiempo esto sí y lo otro no
Yo re leo su ruego desperdigado a través de los años a un Dios que no
Un Dios que no sabe ser porque no es
Reyes en armas desde sus cocinas narcóticas fermentan sus bombas plásticas llenas de mierda prensada
Mamá y papá no contestan preguntas nunca
La tele no contesta preguntas pero las responde igual
Flores a través de los cielos
Hombres grandes de letras pequeñas dejando el suelo sembrado con semillas de futuro
Decir Revolución hoy Y la lluvia
Revolución que será
Mañana será. Será la medida del tiempo que cambie la sinestesia de un mundo atroz
Un pasillo oscuro, puertas cerradas, niveles de conciencia adormecidos
Las chicas traen pasteles y tortas para las meriendas desiertas
Las chicas caminando a través del agua, nunca nos dimos cuenta que ellas son la señal
La cura al camino
La única manera de subvertir aquello que el hombre llama Hombre
Tierra adentro del hombre
Humedad
Más allá de las expectativas
Más allá de nuestro descenso furtivo al fondo del océano Atlántico
La historia revela la ausencia certera de toda unidad concreta
Tal vez ciego, enfermo y moribundo pero con las ideas puestas en los pantalones
La belleza es un acto moral
Los cuartos de baño son como bombas de creaciones, las mejores bibliotecas están en los baños
Bombas concretas de ideas que se desplazan junto con toda esa maleza de abono cayendo sin cesar de un continente a otro
Entiendo por poeta a alguien sin rostro, con una sola luz propia brillante, avergonzado del mundo que corroe
Las personas enferman, porque la calle no enferma
Lo que enferma es la casa del hombre, el lenguaje, el suicidio cotidiano, la comida pre-cocida, todos los paquetes de plásticos flotando en el mismo mar salado gigante el mar salado que pretendemos comprar
Que perdure un estímulo particular
Que perdure un reflejo mientras dormimos borrachos en la prudencia
Algún almohadón despertaremos y saldrán patos palomas ratas voladoras a predicar el Tiempo
Los tiranos revueltos en sus porciones resisten revueltos como tiranos en sus porciones
Pero caerán Todo cae Todo absolutamente todo se pudre muere y cae
Porque esa es la naturaleza
Naturaleza de nombrar como partícipes incestuosos de un mundo que tomamos como nuestro, prestado no
Como nuestro que muere con nosotros que suicidamos con nosotros
Todos los fantasmas días y noches bajo la estela deforme de pastillas claudicando en la Memoria
Un ruego común a través de los ruiseñores que cantan acongojados cada día llorando y llorando y buscando en el llanto un Mundo
Un humo saliendo multiforme de una chimenea en donde alguna vez habito la cordura
Un humo que trepa nube a nube por un cielo crecido en manchas rogando subir a la Nostalgia
Reverbera un gesto desde mis manos inconcluso
Y una a una las palabras van brotando por la garganta, agitan en la boca enfurecidas
descienden como gotas lentas por el cuello hasta caer al suelo
y Renacer

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