lunes, 28 de febrero de 2011

El acantilado de Kuipper.

De tus manos mujer, se desliza el tiempo.

Del sistema algebraico de este sueño que he soñado.

Del abismo uniforme que cae en línea recta hasta las rocas

Y que se pierde en el mar salado,

gigante el mar salado de Necochea.

De tus senos mujer, caen gotas de sangre,

bebo esas mismas gotas de sangre.

Derramadas en el pasado.

En el acantilado de Kuipper.

En la antesala del vacío.

En el ascensor en descenso a los infiernos.

En el borde del abismo de la irrealidad;

y en este puto abril silencioso que pasa, pasa y pasa y no dice nada.

De tus deseos mujer.

Del sistema eléctrico que conecta mis neuronas entre sí.

Del fallo en la medida de este tiempo transcurrido tan irreal, de las líneas rectas.

del abismo, que se pierde en el eterno mar de Necochea

Y aquí estoy Yo, sentado, al borde del acantilado de Kuipper, buscándote.

De tus manos mujer.

De tus labios.

De tus senos sangrantes mujer.

Del sueño profundo inmaculado en este patio.

Se detiene mi corazón.

Cae la cámara

Pero no estalla. Nunca En el acantilado de Kuipper.


Leandro Shandy 2005